Entre las montañas más altas de la #Tierra y las nubes más bajas del cielo, vivía una familia de #Brujos que tenían una hija pequeña que acababa de cumplir ciento cincuenta años. La tradición era que cuando una #Bruja llegaba a esa edad debía buscar su propia casa en la que pasar el resto de su vida. Tenía que reunir dos requisitos: estar cerca de un río o lago y de un pueblo con gente a la que ayudar y niños con quienes jugar. El padre, un Mago sabio, le hizo un último regalo para su viaje: polvo de oro: un polvo mágico que trae #Suerte a quien lo recibe. Por ello, a partir de ahora, serás #LaBrujadeOro ©. Y sin más dilación, nuestra #Bruja hizo la maleta, se despidió de sus padres y salió volando para emprender un largo viaje por las estrellas. Pero #LaBrujadeOro © era aún joven y poco diestra con la escoba, por lo que cayó en picado a la #Tierra, en unas grandes montañas conocidas como los #Pirineos.

Nada más llegar, la sorpresa fue inmensa cuando conoció a un muchacho que le explicó que había aterrizado en una pequeña población llamada #Sort: "Un nombre poco acertado para un pueblo que hace tiempo que no huele la #BuenaSuerte", le dijo el niño. En seguida, #LaBrujadeOro ©" vio que podía hacer algo por esa gente y se puso a trabajar; el polvo mágico hizo el resto. La #Suerte del pueblo cambió y nuestra #Bruja encontró su casa junto al río y un lugar con gente a la ue ayudar, niños con quienes jugar y muchas aventuras por delante.

(Historia extraída del cuento #LaBrujadeOro ©).