Con ilusión, todo es posible, sobre todo los sueños. Lo que necesita cualquier humano para ganar (ya sea con la familia, con los amigos, en el trabajo, en las inversiones y or supuesto en el juego) es tener presente que para hacerlo hay que estar alegre y optimista (con una sonrisa natural en la cara), saber aceptar cualquier cometnario, no tener prisa y vivir sin ansiedad. Con esa actitud, no puede afectarnos nada de lo que nos rodea. Nada nos puede impedir ganar.
Si tenemos ilusión, es muy difícil que aquello que depende de la ´Suerte´ nos vaya mal.
Para empezar, quiero dejar claro que la Suerte para mí no existe, pero daremos el nombre de ´Suerte´ a las circunstancias favorables que nunca podrán ser llamadas Suerte, pero sí ´Suerte´ en el sentido de resultado positivo. Así pues, siempre pondremos entre comillas la palabra ´Suerte´.
La ilusión es como un coche descapotable teledirigido. Si estamos de buen humor, el juguete tomará bien las curvas, las disfrutaremos en lugar de marearnos; si no acertamos el camino correcto, rectificaremos sin prisas, haciendo las maniobras adecuadas. ¿De qué nos sirve enfadarnos por habernos perdido o por haber perdido? Mejor reírnos de nuestro error y volver a jugar con alegría.
Son bien conocidas por todos expresiones como ´Mientras tengamos salud´, o bien ´Mientras tengamos trabajo´, que resultan muy negativas. Es como preguntar a alguien: ´¿Te ha tocado la Lotería?´, y nos contesta: ´Bueno... sí, un poquito...´. Y resulta que le han tocado uno, diez o cien millones. ¡Cómo que un poquito!
La ilusión es un ser vivo que siempre tenemos cerca. cuando no la tenemos presente, simplemente se evapora y, hasta que no cambiamos nuestro proceder. no vuelve a nosotros. Lo importante es tener claro que din ella no lograremos prácticamente nada o, lo que es peor, será fácil que nos salgan mal las cosas. Por lo tanto ¡no debes dejar nunca que te roben las ilusiones! ¡No mates tus sueños! Todo lo contrario, no sólo no debes dejar qeu te roben la ilusión por hacer o conseguir algo que te apasiona, sino que debes procurar hacer realidad cualquier sueño sin dejar que nadie te saque la idea de la cabeza, aunque con ello quiera protegerte. Para lograr la ilusión, tienes que determinar por ti mismo adónde quieres llegar.
Muchas veces la vida ofrece oportunidades e iniciativas aparentemente buenas. Yo casi siempre las aprovecho y hacerlo me ha traído ´Suerte´, incluso cuando he acabado perdiendo algo. Ésta es la parte más importante cuando te centras en el juego, en la Lotería de la vida y especialmente en el juego de la Lotería en todas sus variantes.
Tenemos que estar preparados para cuando tengamos el juego y la ganancia a nuestro favor.
Con todo ello, no sólo no mataremos nuestros sueños, sino que los perseguiremos y los realizaremos con más energía y muchos más éxitos. Además, estaremos haciendo realidad los sueños que todos buscamos y solamente encuentra el optimista persistente y cargado de ilusión.
¿Cómo se puede entender, si no, que en nuestra Administración de Lotería varios clientes hayan ganado premios Gordos repetidas veces? ¿Cómo es posible que a uno de ellos (ex alcaldesa de un pueblo cercano) le hayan tocado, que se sepa, cuatro veces premios importantes de Navidad y de la Lotería del Niño?
Debemos aprovechar una de las pocas cosas que en esta vida nos salen gratis: soñar. Infinidad de veces he dicho a mis amigos, compañeros, ex socios y, en consecuencia, ex amigos: ´¡Sueña!´. Y cuando te levantes por la mañana, sigue soñando, y cuenta tu sueño hasta qu tú mismo te lo creas. Por utópico que parezca. Así conseguirás hacerlo realidad.
No hay otra fórmula, a no ser que tengas una herencia inesperada de algún pariente ruso... De esta manera te toca la Lotería seguro. Pero primero debes comprar el décimo, ¡no te olvides! Lo segundo que vas a tener que hacer será hipotecarte para cumplir dicho sueño, pero empieza hipotecando un negocio, no un chalet o un piso caro en un sitio que terminará siendo barato. Si comienzas por el coche y el piso, al final te quedarás sin la piscina, y el negocio próspero dejará de serlo gracias a una hipoteca mal gastada. Si empiezas inviertiendo en tu negocio, terminarás haciéndote el chalet con piscina de agua azul.
Así pues, haz realidad cualquier sueño y no tengas en cuenta ningún prejuicio ni crítica de los incomprensivos que se te crucen por el camino con negatividad (expresa o latente). Yo, que soy un gran soñador, muchas veces he tenido que escuchar frases aburridas y sin sentido. Lo intentan con eslóganes baratos como uno qeu en catalán dice ´No facis volar coloms´, o sea, ´No hagas volar palomas´, algo parecido a ´No lances campanas al vuelo´. La verdad es que desde los seis añitos en la plaza de Cataluña de Barcelona no he vuelto a tener palomas. Cuando las tuve, incluso una se posó en mi pequeña cabeza de niño. Pero desde aqeul bonito día, nunca más he hecho ´volar palomas´, tampoco las cazo, ni me dedico a darles clases de adiestramiento.
Lo mejor es que, con ilusión, todo termina convirtiéndose en realidad, haciendo honor al mandamiento que encabeza este capítulo; eso sí, te caerás y te levantarás varias veces, hasta que tengas peladas las rodillas de tanta caída, pero... ¿qué importa caer, si utilizas tu energía para terminar sentado en ´el Trono de la Suerte´?
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