Junto con los Niños de San Ildefonso, los protagonistas indiscutibles en el escenario durante la retransmisión del sorteo de Lotería de Navidad son los dos bombos, que cuentan ya con más de dos siglos de historia a sus espaldas. Uno de ellos es el encargado de albergar, nada más y nada menos que, las 100.000 bolas con los números que pueden resultar premiados, mientras que el más pequeño es el encargado de dejar salir, en el momento exacto, cada uno de los premios del sorteo, incluido El Gordo.

¿Sabes cómo son estos elementos centenarios y qué hace que sigan funcionando hoy en día?

Características principales de cada uno de los bombos y las bolas del Sorteo de Navidad

Por un lado, encontramos el bombo grande, aquel que salvaguarda las 100.000 bolas, desde 2007, con todos los números participantes. Este tiene unas medidas increíbles, 2,80 metros de alto y la friolera de 800 kilogramos de peso.

El segundo bombo, algo más humilde, aunque igualmente majestuoso, tiene un tamaño notablemente inferior, puesto que en su interior hay tan solo 1807 bolas, que determinan los premios de este sorteo extraordinario. Este mide 70 centímetros y pesa aproximadamente la mitad que el grande, unos 400 kilogramos.

Ambas piezas están elaboradas a base de una aleación de cobre, estaño y plomo.

Por otro lado, las bolas que nos traen tantas alegrías cada 22 de diciembre están fabricadas en madera de boj de Galicia, con los números grabados con láser para evitar variar el peso de 3 gramos que tiene cada una de ellas. La medida de todas también es estándar, con 18 milímetros de diámetro.

Funcionamiento de la maquinaria de los bombos de la Lotería de Navidad

Desde 1812 y hasta 2004, el sistema de extracción de premios fue prácticamente el mismo, con pequeñas variaciones.

El bombo original nació en el año 1853, que acogía 30.000 bolas. Posteriormente, en 1914, fue sustituido por dos bombos unidos por el mismo eje, construidos por la compañía Richard Gans. Un tiempo más tarde, los bombos fueron separados, forma en la que permanecieron inmutables hasta que, en 2004, Loterías y Apuestas del Estado solicitó a la compañía gaditana de maquinaria eléctrica e hidráulica Fluidmecánica Sur una serie de cambios con el fin de mejorar la tecnología que hace funcionar estos increíbles elementos.

El cambio principal se basó en la incorporación de nuevas bolas en el bombo grande, que pasaron de 66.000 a 100.000. Para ello, se llevó a cabo una réplica de mayor tamaño, para que pudiesen caber todas las bolas sin problema.

El sistema de movimiento de los bombos también sufrió una notoria variación, pasando del método manual que se llevaba a cabo en sus orígenes, y hasta 2004, a un sistema más modernizado, con motor eléctrico, con un panel de control que acciona el movimiento y lo para en el momento adecuado, hasta que coincide con la válvula por donde se extraen las bolas.

Estas máquinas nos ofrecen, año tras año, los grandes premios de la Lotería de Navidad y en muchas ocasiones no les prestamos la atención que precisan. Aunque seguro que más de uno que ha tenido la Buena Suerte de La Bruja de Oro obteniendo El Gordo de Navidad. Seguro que se han acordado de esta compleja maquinaria y del cambio que ha supuesto en su vida.

¿Conocías estas curiosidades sobre los bombos de la Lotería de Navidad?