Con un optimismo sin límite, no dudes de que, por mucho que te escondas en el más espeso bosque de la Suerte te encontrará. Lo puede hacer al Gordo de Navidad, aunque lo más probable es que lo haga en forma de negocio o sencillamente de resultado positivo en un proyecto de cualquier tipo (no siempre relacionado directamente con el dinero). Lo primero que deberías hacer ante la llamada de la Suerte es disfrutar de ella. Aunque lo más importante es no tomar esa llamada en vano.

Honrarás a tu propia Suerte

Debes honrar a tu propia Suerte, y tienes que hacerlo con todas tus fuerzas. Te tienes que sentir afortunado, pero no por tener Suerte, sino por haber hecho caso a tu intuición, a tu instinto, quizás a tu sentido común.

Si lo más importante para la autoestima es creer en uno mismo, y una de las mayores alegrías es que te toque la lotería, no podemos echar a perder ese momento argumentando que ha sido cuestión de azar y nada más.

La Suerte se persigue, se busca como las piedras preciosas en las aguas del río Caroní, en pleno Amazonas.

Sé perfectamente que tú, amigo lector, habrás oído hablar más de una y de dos veces de mí, de aquel tipo a quien le tocó la Lotería y aprovechó para comprar más y más números, hasta el punto de que ahora tiene más probabilidad que nadie de que le vuelva a tocar. Primero déjame decirte que hasta el día de hoy no le he preguntado a mi mujer si me ha tocado la Lotería. Sin embargo, tengo la sensación de que me toca cada día porque a diario me doy cuenta de que la Suerte, si se persigue, se consigue. Y si no la buscas pero te encuentra, tienes que ser tú quien tome la iniciativa. Tomarla deja callos en las manos y huellas irreversibles en el cerebelo. Una vez dicho esto, tengo que aclarar que, aunque La Bruja de Oro tenga una probabilidad más alta de repartir un premio grande que ninguna otra Administración, y siguen cayendo premios importantes cada año, eso va mucho más allá de la Suerte (en la que no creo). Significa que mi intuición en el momento de apostar por determinados números funciona mejor que nunca gracias al optimismo y a la ilusión con que lo hago.

Haz caso a tu intuición

Si te toca la Lotería, es porque un día fuiste a comprar y escogiste ese número que tanto o tan poco te gustaba. O tal vez no. Puede que no quisieras escoger el número tú, que se lo hicieras elegir al vendedor o a la vendedora. Entonces puede que pienses: Eso sí que fue Suerte. Pues tampoco, porque también hiciste caso a tu instinto, que te dijo que valía la pena confiar en la intuición del lotero.

En mi caso, las intuiciones son constantes, abundantes y por lo general divertidas. En nuestro negocio de Lotería, una de nuestras primeras intuiciones terminó de la mejor forma posible, y nos hizo reír más que nunca. En 1985, buscaba un número que la gente de Barcelona comprara cuando estuviera de paso por mi comarca. El único número que se me ocurrió que pudiera tener relación con la capital catalana y que tuviera cinco cifras fue un código postal. Busqué la dirección de un amigo a quien conozco desde los dieciséis años. En ese momento, treinta y cinco años atrás, me atrevo a decir que era el único amigo que tenía en Barcelona. Hacía mucho tiempo que no nos veíamos, pero, afortunadamente, conservaba su dirección y, por lo tanto, su código postal. Había encontrado la solución. ¡Fantástico!, grité. Llamé por teléfono inmediatamente a Madrid y solicité como número fijo para mi administración el 08.036. Minutos más tarde, caí en la cuenta de que en Barcelona hay unos cincuenta códigos postales aparte de éste. Con todo, seguí fiel a mi intuición y advertí que el código postal, que en este caso pertenecía a una parte de la Diagonal y del Eixample, era suficientemente grande como para que el número llegara a serlo. No tuve ningún problema en adquirir todas las series de ese número, dado que la mayoría de administraciones evitan por lo general los décimos que empiezan por cero y, en este caso, tenía dos ceros.

El 6 de enero de 1994, el 08.036 fue el número agraciado con el primer premio en el Sorteo del Niño, ¡nuestro primer gran premio! Justamente, muchos de los millones que repartimos cayeron en el pueblo de mi madre, Figuerola d´Orcau, donde yo pasaba los veranos de pequeño. Cuando los periodistas me preguntaron si se trataba del mayor premio que había dado mi Administración, respondí que no, que éste era el premio más pequeño de los que íbamos a dar a partir de entonces.

No dejes dormir a la Buena ´Suerte´. ¡Mereces disfrutarla!

No tomé la llamada de la ´Suerte´ en vano, porque, tras eso, estuve batallando sin descanso, aprovechando la repercusión social y mediática del premio, creando merchandising y extendiendo la marca al máximo para evitar que cayera en el olvido. En definitiva, estuve sacando partido de la publicidad gratuita que nos proporcionaban todos los medios, divulgando que el nombre de nuestro pueblo, Sort, significa ´Suerte´ en catalán. Todo eso lo acompañé (y todavía lo hago hoy) de las actitudes más variopintas y transgresoras, que años después fueron consideradas estrategias de marketing. Para mí, el marketing es sencillamente vender lo que es fácil, realizar lo que es difícil y atreverte a asomarte al precipicio. Es decir, actuar con agresividad y decisión.

Si compras Lotería, debes confiar en tu instinto, igual que debes hacerlo si te compras, por poner un ejemplo, un camión. Tal vez tus amigos piensen que no lo necesitas, que has perdido el juicio porque resulta que ni tan sólo tienes carné para conducirlo. Pero si tu instinto te dice que necesitas un camión, ¿cómo no vas a comprarlo? Quién sabe si no será el primero de una gran flota, si no te acabarás sacando el permiso de conducir camiones y serás tan competitivo que fundarás una gran empresa, la mayor de tu ciudad, de tu país, ¡del mundo! Tal vez sea exagerado, y puede que lo sea, pero si montas un negocio, una empresa, una tienda o un restaurante, debes estar convencido de que te has embarcado en el mejor proyecto del mundo, porque es la única fórmula para que tu negocio tenga éxito. Si crees que tienes el mejor proyecto y quieres que siga siendo así, no pararás de invertir, de mejorar, de innovar, incluso de transgredir, con el ánimo de ser siempre el primero. Y cuando digo ´el primero´, no estoy diciendo ´el mejor´.

Lucha para ser el primero. Si te sobra tiempo, ya lucharás para ser el mejor.

Así pues, no dejes pasar la oportunidad. Si has tenido lo que los demás denominan ´Suerte´, no tomes la ocasión en vano y aprovecha tu nueva situación sin dejar de creer en tu intuición. Con valor y actuando en el momento adecuado (que lo debes elegir tú, no los expertos), todo es más sencillo de lo que parece.

Capítulo 10 del Libro ´Las 13 claves de la Suerte´ de Xavi Gabriel